¿Soy yo o todos tenemos cierta debilidad por escuchar conversaciones ajenas?
Sacar conclusiones de otras mesas, de gente que va caminando, de los que esperan, de los que están en la fila, de los que van viajando con vos...
Hace 2 años que abandoné el transporte público porque no me bajé del auto. Si bien es comodísimo extraño la compañía de las conversaciones ajenas.
Pero los bares donde escribo son fuentes inagotables de historias, recetas de cocina, sesiones de terapia, desahogo de hijos y maridos, hazañas sexuales, reencuentro de amigas, discuciones y reconciliaciones de pareja...
Charlas larguísimas que no dijieron nada, y esas breves que dejaron todo en claro...
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4 comentarios:
Super! Si seguis escribiendo asi puede que te devuelva tu shekel!
No..los regalos no se devuelven! Pero me lo podés prestar un ratito para que le saque una foto...tiene historia esa moneda...es una sobreviviente
No lo queres de vuelta?? me lo puedo quedar???
Me encanta tu última entrada. Me permito linkear! Puedo???
Igual asumo que la conversación es ficticia porque no quiero ser cómpliceeeee!
Beso
Cualquier similitud con la realidad no es coincidencia...es realidad!
Si lo te lo querés quedar es tuyo...
y podés hacerme publicidad todo lo que quieras! je
Besotes!!
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