Este puro mundo de ficcion se diferencia, con gran desventaja suya, del mundo de los sueños por el hecho de que este último refleja la realidad, mientras que aquél falsea, desvalora, niega la realidad.
Todo aquel mundo de ficción tiene raíz en el odio a lo natural (¡la realidad!)
¿Quién es el único que tiene motivos para evadirse, mediante una mentira, de la realidad?
El que sufre de ella. Pero sufrir de la realidad significa ser una realidad fracasada...
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