26 noviembre, 2009



Creo que mi miedo a los canibales no es otra cosa que aceptar la posibilidad de que EE.UU se coma una parte de mí. Que la mastique, la transforme, la trague y me devuelva un yo completamente nuevo y recargado.

No sé como funciona...no sé cuando va a ser el momento de la exploción.
Pero que tengo la capacidad de disfrutar todos los momentos no me queda duda.

Mientras se arma la bola, mientras se preprara para explotar, mientras explota, y el después de eso...El día que mire el mar llena de paz...


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