Gente igual a toda la gente pero que respira otro aire, tiene una vuelta más en la cabeza sólo por el hecho de estar allá.
¿A cuantas horas vivís de París? Ahí debe estar la verdad.
A veces tener claros todos los quieros no significa nada. ¿Los vistes? Hacete cargo, me digo.
Me quiero demasiado como para exponerme a cosas que me hacen mal.
¿Qué hay que hacer ahora? La respuesta fácil es armar un plan. Cuantificar variables. Armar una buena excusa para cuando nos pregunten que va a ser de nuestra vida. Siempre son los otros. La excusa más terrible son los otros.
Los planes son mentiras, porque si te moves se te mueven las cosas. Ibas por A, te gusto B, te enamoraste de C, viajaste a D y así seguiste hasta la Z...
No tengo más nada en claro, no sé nada salvo que me amo demasiado como para exponerme a cosas que me hacen mal...
El único plan verdadero es el que te llena de amor
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