Qué lindos son esos llamados inesperados, sin fecha, sin compromiso, sin nada más que las ganas. Cómo me alegró el día recibir el llamado de Miguel!
Es Alemán, pero ahora está en París...es profesor de tennis mientras termina de estudiar Comercio Internacional. Podría haber vuelto a Argentina para estudiar, pero prefirió París...No entiendo por qué...
Igual me confesó que extraña el choripan.
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