A todos aquellos que insisten en afirmar que no vas a encontrar en el exterior lo que no tenés en el interior les digo que no entienden nada.
¿Me van a decir a mí que escribir en tu Casa es lo mismo que escribir en un Bar, en un Parque, en Barcelona o en París? ¿Cómo no escribía cuando viví París?
El exterior condiciona y penetra, traspasa y deja huella. Los lugares y las personas modifican, mueven y remueven a todos nuestros yos.
Saquemos a pasear a todos nuestros yos, dejemoslos gozar con el exterior y seguramente nuestro yo más interno lo va a agradecer.
El mío ya lo hizo...
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