No escribo y no me esfuerzo. No tengo un minuto libre. La excusa más mentirosa para no escribir. Me duele la panza. Me tiré sóla en la cama después de mucho tiempo y acá estoy escribiendo.
Será que no sé escribir mientras vuelo. Tengo que aterrizar y caminar para estar acá. No me pasa muy seguido en EE.UU. Que lástima. Que suerte.
Parecería ser que todo eso de dejarse y encontrarse y renovarse es mentira. No me deje nada. Me traje toda enterita con todo lo bueno y lo malo de mí. El avión no es un filtro. Es un agujero. Vos tirate, vas enterito, todo vos. Y sólo de vos depende cuanto mirás mientras vas cayendo o subiendo o pasando o traspasando. Lo que aprendas o cambies va a ser directamente proporcional a lo grande que abras los ojos y los oidos para absorver. Pero sos vos. Con todo lo malo y todo lo bueno y todos los vicios y todos los miedos y todas las charlas de ánalisis ensima. Los temas resueltos y los que todavía te cuelgan por ahí.
Parecería que este viaje no tiene nada que ver con mi otro viaje. Hoy hace casi un mes de esto. Casi el mismo tiempo que duró aquello. No hay puntos en común. El vértigo de conocer un país cada 4 días. La sensación de tener 24hrs destinadas a absorver cultura, conocer gente, hablar en mil idiomas y destaparse los ojos de todo lo conocido. Eso fué.
Por acá es más tranquilo. No hay vértigo. No hay reloj que corre. La sensación es que queda mucho tiempo, hay mucho por ver, pero hay tiempo. Hace frío y hay tiempo.
Estoy viviendo en EE.UU. No estoy de visita como en Europa.
Acá tengo casa, trabajo, cuenta en el banco y un correo al que me llegan publicidades. Acá tuve mi primer jefe, recibí mi primer cheque y me compré un pantalón de ski yo solita.
EE.UU me abrió las puertas a otra realidad. Europa me sumergió en el mundo real que yo imaginó y sueño vivir. Todo es real. Es distinto.
¿Porqué el hecho de tener tiempo me intranquiliza en vez de tranquilizarme? Hay tiempo pero el tiempo pasa rápido. Quizás me vuelva a encontrar escribiendo enfrente del parque chacabuco sin tiempo.
Por ahora parece que el 9 de febrero me voy a las Vegas. Ya veremos...hay tiempo...
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