La rentabilidad del patrimonio neto se calcula haciendo la división de la rentabilidad del ejercicio sobre el patrimonio neto promedio y todo eso multiplicado por 100.
Así obtenemos el rendimiento del capital aportado por los socios, el cual debe compararse con otra alternativa de inversión para determinar si es conveniente invertir en la empresa o no.
Es decir, si conviene dedicarse a invertir afuera o seguir con la actividad de la empresa.
Cuando terminé con eso, Zaratustra me enseñó que hay que terminar con todo lo "Así fué" y empezar a vivir en un "Yo lo quise así, Lo quiero así, Y lo querré así"
Así fué como comprendí que invertí mi tiempo en algo que sé que no lo quise así, no lo quiero así, ni lo querré así...
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